En los años noventa se producen una serie de transformaciones en la Ciudad de Buenos Aires. Entre ellas, la reconversión de Puerto Madero: de un puerto abandonado (con sus galpones inutilizados) a un centro de negocios y comercios de primer nivel, que llevó, también, a la revalorización de toda esa zona de la Ciudad que hoy es una de las más costosas, en especial, para la residencia.