Hacia el siglo IV a. C., Roma era una pequeña ciudad-Estado ubicada en la región del Lacio, que se fue extendiendo por la península Itálica. Sin embargo, en las últimas décadas del siglo
III, ya había comenzado su expansión en torno al mar Mediterráneo y, en poco tiempo, crearía el mayor imperio de la humanidad hasta ese momento. ¿Cómo lo logró? Una de sus mayores
fortalezas fue su disciplinado ejército, que vas a conocer en este video.